El 9 de julio, en ocasión del acto por el Día de la Independencia, la Presidenta Cristina lo planteó en su discurso: "Me corrió frío por la espalda cundo fui el otro día a Bolivia y vi que un presidente hermano había sido detenido durante 13 horas como si fuera un ladrón; me corre frío por la espalda cuando nos enteramos que nos están espiando a todos a través de sus servicios de inteligencia", dijo la primera mandataria y exhortó: "ahora también, como en 1816, estamos ante una nueva configuración mundial. Los gobernantes de los pueblos de la América del Sur, que hemos dado batalla en esta década incluyendo a millones de compatriotas, tenemos el deber de mirar lo que está pasando y unir nuestras fuerzas".
Cristina se refería al vergonzoso episodio de colonialismo explícito en el que cuatro países de la Eurozona (Portugal, Francia, España e Italia) se rindieron ante los servicios de inteligencia de los Estados Unidos, provocando un riesgo cierto al Presidente Evo Morales y su comitiva, hecho que generó una convocatoria de urgencia de la Unasur en Bolivia, donde nuestra Presidenta profundizó este llamado a consolidar la unidad en acción en nuestra Patria Grande para enfrentar esta embestida del imperialismo, que está dispuesto a llevarla a todos los terrenos -inclusive en lo comunicacional y las redes sociales-, confirmando las viejas sospechas vinculares entre globalización, espionaje y manejo de las redes.
Mil veces lo dijo y repitió el comandante Chávez en referencia al control panóptico que el imperialismo norteamericano ejerce sobre los países del Caribe y América del Sur, sus dirigentes políticos, sindicales e intelectuales, en un remozado ejercicio del control global.
Vale recordar que todas estas prácticas se filtraron a los medios en escala mundial con el episodio de denuncia de Julian Assange, llamado Wikileaks, que inclusive derivó posteriormente en un capítulo especial sobre el rol conspirativo permanente de la Embajada de Estados Unidos en nuestro país, que tomó el nombre literario de Argenleaks. Ahora un nuevo agujero se abre en la red del Imperio y se llama Snowden.
En la medida que se va profundizando la integración de los países de Nuestra América, como lo ha dejado marcado la última cumbre del Mercosur en Montevideo -que en su documento central denunció el espionaje imperial y respaldó al presidente Evo en una resolución estratégica que al decir de la Presidenta Cristina “tiene que ver con la dignidad de nuestros países y de nuestros pueblos”- resulta evidente que irán apareciendo nuevas formas de control, espionaje y confabulaciones más sutiles que las que conocimos hace dos siglos.
En los comunicados conjuntos del Mercosur se destaca, asimismo, la renovada decisión estratégica de la integración regional, el compromiso con la democracia, el orden constitucional y el estado de derecho, y en otros puntos, la decisión de profundizar la adopción e implementación de políticas públicas destinadas a la erradicación de la pobreza y a garantizar la justicia social, política, productiva y económica, implementando acciones que atenúen el impacto de la crisis internacional en nuestra región.
Estos enormes avances y la consolidación del bloque preocupan a Estados Unidos, que intenta recrear el ALCA en el cordón de países “aliados” llamados del Pacífico. Por todo ello renueva sus viejos hábitos de control y vigía del mal llamado "patio trasero" y permanentemente recurre al sabotaje y a la desinformación sobre las nuevas realidades de progreso en nuestra región.
Ahora, en momentos de intensa campaña electoral política, es muy importante introducir también este debate, el de la necesaria consolidación de las políticas regionales y la defensa de América Latina como territorio de paz y de progreso social, porque, además, los logros de nuestra política exterior resultan otro componente fundamental de la década ganada.
Por todo ello, resulta de una importancia política trascendental mantener el foco militante en la disputa regional y transitar ese proceso en el marco de estar unidos, organizados y solidarios, también con la Patria Grande.
Diego Volman
Vicepresidente del Partido Solidario en el Frente Nuevo Encuentro de la provincia de Buenos Aires y pre candidato a Diputado Nacional por el Frente Para la Victoria.