Por Carlos Grande
El brote de sarampión en la provincia de Buenos Aires, con más de 120 casos en 19 partidos, el 82% del total registrado en todo el país en lo que va del año, muestra la cara más triste de la emergencia sanitaria heredada de la gestión Cambiemos. Una mujer de La Matanza, de 50 años, murió por esta dolencia que ya se había erradicado.
A ese cuadro se suman, en territorio bonaerense, los 14 casos positivos de dengue y 12 probables, con otro lamentable fallecimiento: un paciente mayor de 70 años con residencia en Avellaneda.
Entre otras dolencias evitables se incluye el incremento de casos de sífilis congénita en la provincia.
Emergencia
Que no se haya vacunado ni controlado lo suficiente, ni construido en los últimos 4 años un solo hospital ni unidades de atención de proximidad, es también consecuencia del largo período de desatención de la salud durante el gobierno de María Eugenia Vidal.
El desfinanciamiento del sector salud provincial se tradujo en el deterioro de infraestructuras y equipamientos, al igual que en la falta de insumos.
Frente a la emergencia, las actuales autoridades bonaerenses del Frente de Todos iniciaron un drástico giro, para asegurar el acceso a la salud de cada habitante de los 135 municipios de la Provincia.
Esa restitución de derechos, respaldada por el Gobierno nacional, incluye el comienzo de la aplicación gratuita de las 453.740 dosis de vacunas contra la meningitis que se distribuyeron la semana pasada en las 12 regiones sanitarias provinciales.
El stock de la vacuna antimeningocócica forma parte del Calendario Nacional de Vacunación y sufrió graves faltantes en los últimos años. Hasta que en las últimas semanas se liberaron más de 12 millones de dosis que estuvieron retenidas en la Aduana debido a la falta de pago de tasas aduaneras durante el gobierno anterior.
