Por Gustavo Casciotti
Partido Solidario Mar del Plata
Hoy los vecinos de Mar del Plata y Batán son rehenes de un servicio público de pasajeros que sólo contempla los intereses de un sector, en desmedro de los cientos de miles de usuarios que deberían tener acceso a una prestación eficiente y a valores razonables.
La reciente disposición de la Justicia de retrotraer el valor del boleto a $ 6,86 a partir de la falta de cumplimiento de las mayorías necesarias dispuestas por la Ley Orgánica de las Municipalidades en el momento de aprobar su aumento el pasado mes de diciembre, suma un nuevo capítulo al conflicto de intereses.
Al respecto, y lejos de acatar las disposiciones judiciales, llama la atención la decisión del Poder Ejecutivo de apelar la medida y más aún las declaraciones del Intendente Municipal desconociendo el tema al manifestar que “lo que no está en el expediente no está en el mundo”.
Disposiciones en materia de cómputo de votos violentadas, falta de cumplimiento de ordenanzas al momento de calcular el costo del boleto, denuncias por choferes “fantasma”, cálculos matemáticos erróneos (tal el caso de la consideración de vehículos de mayor valor a los que circulan en la ciudad para la imputación de gastos), recorridos que no tienen en cuenta la configuración actual de nuestro partido ni las necesidades de desplazamiento de los vecinos, tienen como contrapartida la lesión de los intereses de los pasajeros al aumentar el valor de cada boleto con malas artes. Así es como éstos prolongan su espera en las paradas, viajan hacinados y pagan valores que en la sumatoria mensual representan un porcentaje significativo de sus ingresos, ingresos que vienen siendo afectados por el aumento generalizado de los precios de productos de primera necesidad, de las tarifas de servicios públicos y de los medicamentos.
La cifra estimada de $ 20 millones -correspondiente a los $ 1,11 de aumento por la cantidad de viajes realizados y pagados durante el período de vigencia del mismo- da cuenta no sólo de la afectación al poder adquisitivo de los usuarios, sino del volumen de dinero que no se volcó al consumo de nuestras micropymes y emprendedores de la economía social.
Consideramos que llegó la hora de avanzar en la configuración de un sistema de transporte que tenga al usuario como principal destinatario y establecer un mecanismo claro, transparente y equitativo para la determinación de los valores del boleto, que refleje las necesidades de la comunidad así como la conformación física de nuestro partido, comenzado por el reconocimiento por parte del Estado de su responsabilidad institucional indelegable.