Por Carlos Grande, Presidente del Partido Solidario de la provincia de Buenos Aires
La recuperación de la paritaria nacional docente y el espacio de discusión allí constituido permitieron alcanzar una importante suba del componente salarial básico y abrieron las puertas al efectivo cumplimiento de los 180 días de clases en prácticamente todo el país, incluida la provincia de Buenos Aires, a partir del inicio del ciclo lectivo el lunes 2 de marzo.
Fue la larga lucha protagonizada en los últimos años por las distintas comunidades educativas de la Argentina la que logró reabrir el debate para fijar un sendero de recuperación progresiva del salario y poner en agenda la solución de un conjunto de demandas de padres, docentes y alumnos.
El salario mínimo inicial de $ 23 mil a partir del 1° de marzo y de $ 25 mil desde el 1° de julio próximo, más la suma extraordinaria no remunerativa de $ 4.840 en cuatro cuotas de $ 1.210 cada una, son un comienzo auspicioso que deberá profundizarse en la segunda mitad del año.
Este primer paso demostró, especialmente en el territorio bonaerense, que era posible salir de las pautas de ajuste y confrontación permanente impulsadas por la ex gobernadora María Eugenia Vidal, y dar curso a los justos reclamos de maestros y maestras para fijar otro rumbo a la política en materia de Educación.
Por eso la paritaria nacional incluyó distintos aspectos en los que se continuará trabajando en reuniones técnicas periódicas, tales como el análisis del sistema educativo; la salud y las condiciones de trabajo; el cumplimiento efectivo de la Ley de Financiamiento Educativo; y el camino para superar la grave desinversión edilicia sufrida en los últimos cuatro años.
El sistema educativo tiene hoy una nueva oportunidad para encarar mayores transformaciones a través de una construcción colectiva y dejar atrás la exclusión sociocultural impuesta por las políticas neoliberales en la Nación y la provincia.
Para eso será necesario, entre otros múltiples desafíos en todos los niveles, lograr que la escuela secundaria, hoy formalmente obligatoria, sea realmente un derecho para los y las adolescentes, refuerce el aprendizaje de contenidos tradicionales y se convierta en un puente hacia las profesiones nuevas en un mundo cambiante.