Por Carlos Grande
Las transformaciones socioeconómicas en curso en la provincia de Buenos Aires, el corazón productivo del país, no se detienen en las actuales condiciones de emergencia sanitaria. Al contrario, ese cambio profundo se apoya en la premisa de contener a los sectores menos favorecidos, pero también en ir más allá, al promover la justicia social con herramientas de formación laboral que asistan a las y los trabajadores en este momento crítico.
Desde los ministerios de Trabajo y de Desarrollo de la Comunidad se viene gestionando financiamiento para cerca de medio centenar de unidades productivas, que involucran a egresadas/os de distintos Centros de Formación Laboral (CFL) de la provincia, como una vía concreta de vinculación de las políticas sociales y las de empleo y capacitación.
El objetivo es incorporar a los integrantes de poblaciones vulnerables en la matrícula de esos Centros y, al mismo tiempo, articular las políticas activas que permitan incluir a miles de bonaerenses con problemas de empleo en el mundo del trabajo decente y de calidad, con mejores salarios y con todos los derechos laborales.
Los 200 CFL ubicados en casi todos los municipios bonaerenses están siendo reforzados con nuevas partidas y subsidios para infraestructura y equipamiento, a fin de que puedan brindar a la comunidad una amplia oferta de cursos y trayectos formativos gratuitos sobre diversas temáticas, con reconocimiento oficial.
La prioridad es vincular la formación laboral con las necesidades socio-productivas y de desarrollo local en cada distrito bonaerense, y alcanzar a la población que desee desarrollar nuevas habilidades y expandir sus capacidades para el trabajo
Para obtener los mejores resultados, la provincia articula la oferta de formación con los servicios de intermediación laboral, con sindicatos y con las cámaras empresarias. Se busca así optimizar las gestiones a través de un nuevo software que facilitará los distintos procesos que llevan adelante los CPL, tales como la planificación de cursos, la gestión del personal y la inscripción y seguimiento de estudiantes y egresados/as.
El dispositivo estará listo en las próximas semanas y servirá además para implementar el programa Impulsar Oficios, orientado a acompañar proyectos autogestivos y asistir a emprendedores/as formados en los Centros, como vía para atender necesidades de quienes quedaron afuera del sistema laboral y fueron empujados a la informalidad.
Se están relevando además las necesidades de capacitación en los CFL de las personas incluidas en programas como Potenciar Trabajo y el Banco de Herramientas. Mientras, de modo complementario, se asesora a cuentapropistas y emprendedores individuales o de pequeñas asociaciones familiares y de la economía social y popular para su inscripción en el Registro de Unidades Económicas de Actividades Laborales de Autoempleo y Subsistencia (ALAS), con beneficios tales como la gestión del monotributo, la exención del impuesto a los Ingresos Brutos y la elaboración de estrategias de articulación, promoción y comercialización.
