Ramallo y la oportunidad del desarrollo

21/10/2019
Por Roberto Pineda
Aerea Ramallo

En estas elecciones generales está en juego la posibilidad de transformar la difícil situación socio-económica en la que nos encontramos desde hace un tiempo, a nivel local, en Ramallo. Estamos ante una verdadera oportunidad de encaminarnos hacia el desarrollo de todo el potencial que la sociedad ramallense tiene acumulada, en base al gran capital social que nos caracteriza.

El trabajo realizado durante los últimos años fue mucho, sin dudas. En estos durísimos tiempos de crisis, es un logro colectivo poder sostener un funcionamiento básico y esencial con los recursos disponibles. Y esto se observa en varios sectores que vienen dando una dura batalla por sostenerse en pie, por no caerse, a pesar de las malas condiciones en las que se desenvuelven; ejemplos sobran: el comercio minorista local, las familias de trabajadores de Fiplasto o los despedidos de Bio Ramallo. Hay muchos más, por supuesto. 

Es todo un éxito de la gestión local, en esta coyuntura, seguir haciendo obras con presupuesto municipal, atender la creciente demanda social y sostener una política pública de proyección educativa universitaria con arraigo y calidad, entre otros proyectos en marcha. 

Sin embargo, el dilema actual es uno: ¿vamos a dejar pasar esta verdadera oportunidad o la vamos a tomar con todas nuestras fuerzas y capacidades para convertirla en una realidad palpable y proyectarla en favor de las próximas generaciones de ramallenses? 

En estos casi 36 años de democracia supimos hacerlo solamente en dos etapas y a medias: desde 1987 hasta 1997/99 y después, desde 2005 hasta mediados del 2008. Un primer período de 10/12 años y otro mucho más corto de apenas 3 años. En el primero con Alejandro Ballester en el municipio y Balito Romá en la provincia. En el segundo con Santalla a nivel local y con Néstor (Kirchner) en la conducción nacional. 

En cada uno de ellos hubo prioridades y ámbitos más favorables que otros. Con Balito y Alejandro se priorizó la infraestructura que venía muy atrasada: fueron los tiempos de la ampliación de la red de cloacas en Ramallo y Villa Ramallo luego de la puesta en marcha de la planta depuradora, la llegada de la red de gas natural, en Pérez Millán la obra de cloacas con planta y red domiciliaria incluida; por mencionar algunas. Así se campeó el desguace de la cultura metalúrgica imperante hasta ese momento, cuyas características principales fueron la privatización de SOMISA y los mal llamados “retiros voluntarios” que pretendían encubrir los despidos masivos y la desocupación posterior. 

En el mandato de Néstor se inició la última obra pública más significativa que tuvimos en Ramallo: la construcción de 311 viviendas en las 5 localidades del Partido, realizada con empresas locales y de la zona. Para ese plan de viviendas se inscribieron aproximadamente 1500 familias, hace ya más de 12 años. Nunca más, hasta hoy, hubo un proyecto de estas características. 

Esa obra junto al programa de moratoria previsional masiva fueron dos de las acciones de gobierno, tanto nacional como local, con mayor transferencia de recursos hacia los sectores medios y de trabajadores que se llevaron a cabo en nuestro municipio. 

En ninguno de los dos períodos mencionados se pudo llegar a plasmar un esquema completo con los tres niveles de gobierno alineados en una VISIÓN ESTRATÉGICA CONSENSUADA. Hoy estamos a punto de lograrlo por primera vez: Nación, Provincia y Municipio – Municipio, Provincia y Nación juntos para revertir las pésimas condiciones actuales e impulsar el desarrollo con inclusión que se nos viene negando. 

Depende de nosotros, los ramallenses; especialmente de los “nacidos y criados” en El Paraíso, Villa General Savio, Pérez Millán, Ramallo y Villa Ramallo; sin ánimo de excluir a “naides”.  

Tengamos bien claras las prioridades presentes y futuras: TRABAJO, EDUCACIÓN, SALUD, SEGURIDAD y hagámoslas realidad.

Nota publicada en Diario El Norte de San Nicolás