En una provincia con millones de hambrientos y de familias sin empleos ni viviendas, la extorsión a los poderes públicos elegida por un minoritario grupo policial como vía para imponer sus reclamos pretende instalar una metodología inaceptable en democracia, utilizada además por grupos políticos desplazados en las urnas para consolidar un clima de desestabilización institucional.
La protesta por salarios dignos, de los que hoy carece la casi totalidad de los trabajadores (uniformados o no), de ningún modo puede justificar manifestaciones insolidarias que dejan sin resguardo a la población y hasta la ponen en riesgo en el contexto de la pandemia de coronavirus.
El Partido Solidario de la Provincia de Buenos Aires expresa su total apoyo al gobernador Axel Kicillof y a sus políticas de reparación de las graves consecuencias sociales y económicas originadas durante los años de la ruinosa gestión de Macri-Vidal.
Más allá de demandas salariales y sobre condiciones laborales, atendibles para este sector como para el resto de los trabajadores de cualquier actividad, son indefendibles e irresponsables los actos intimidatorios de agentes estatales armados y en móviles policiales.
El PSol bonaerense coincide con la Comisión Provincial con la Memoria en cuanto al rechazo a las políticas de otorgar mayor poder a la estructura policial, que “lejos de mejorar el funcionamiento de una institución atravesada por la corrupción estructural y la desprofesionalización, le da mayor poder que luego utilizan para funcionar como grupo de presión”.
Las fuerzas políticas que integramos el Frente de Todos, y el conjunto del campo popular (sindicatos, organismos de derechos humanos, organizaciones sociales), no dejaremos pasar estas revueltas autoritarias, aprovechadas además por los grupos concentrados y sus voceros para mantener privilegios inadmisibles.
