El Gobierno de la provincia de Buenos Aires dio detalles sobre la construcción de un nuevo modelo de seguridad ciudadana, para empezar a resolver un problema estructural de larga data, que provoca gran inquietud en la población bonaerense.
“La provincia lanzó el plan de seguridad más grande de su historia: se compraron equipos y 2.200 móviles por un valor de $10.000 millones, y se construyen 4.000 paradas seguras con cámaras y diversos dispositivos de monitoreo”, destacó Carlos Grande, presidente del Partido Solidario bonaerense, tras dialogar con funcionarios de la Jefatura de Gabinete.
El dirigente del PSol (integrante del Frente de Todos) resaltó además “la fuerte mejora salarial a los efectivos policiales luego de que sus ingresos cayeran 26% entre 2016 y 2019, gracias al aumento de 57% aprobado en las partidas presupuestarias para Seguridad durante 2021”.
Según las estadísticas públicas, en 2020 se produjo una reducción sustantiva de los “delitos prevenibles” (hurtos, robos, asaltos, piratas del asfalto, cuatrerismo, robo de automotores, homicidios y violaciones), en parte como consecuencia de la menor circulación vinculada con el aislamiento social.
Sin embargo, sigue siendo preocupante el aumento del resto de los delitos, definidos técnicamente como “no prevenibles”: situaciones de violencia familiar o vecinal y violencia por razones de género.
“En este sentido, el programa de Promotores de Convivencia Ciudadana en Barrios Populares busca reforzar la prevención de las violencias intergrupales, de género o institucionales, consumos problemáticos, conflictos familiares, entre otros”, agregó Grande.
La política pública en esta materia incluye acciones anticipatorias para favorecer la seguridad barrial y ciudadana, como la construcción de senderos seguros, mejora de calles, accesibilidades, iluminación y dispositivos de alerta comunitaria.
Este año además, según informaron en La Plata, se reentrenarán 70.000 efectivos, se formarán 10.000 nuevos agentes y se refaccionarán 96 comisarías en 24 partidos del Conurbano.
También se avanzó en una reforma funcional, a partir de la centralización del comando de la fuerza en una única estación de policía por distrito, para una mayor coordinación entre la provincia y los municipios.
