Por Carlos Grande
Los y las bonaerenses tenemos múltiples razones para respaldar la recuperación de los fondos extraordinarios que se habían traspasado de modo arbitrario a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) durante la gestión nacional de Cambiemos.
Por esa medida injustificada todos los argentinos, incluidos los de la provincia de Buenos Aires, aportamos desde 2016 un plus de dinero para la Ciudad, sólo porque su Gobierno pertenecía al mismo signo político que el entonces Gobierno nacional y exhibía similar ideología neoliberal.
Cedimos así parte de nuestra riqueza y de nuestros impuestos, sin que por ello mejorara la calidad de vida de las y los porteños/as. Pese a esos recursos adicionales, se estima que en el distrito más rico del país uno de cada tres habitantes se encuentra por debajo de la línea de pobreza o en situación vulnerable.
El exceso en la coparticipación federal de impuestos de CABA (que pasó de 1,65% a 3,75%, supuestamente para respaldar el traspaso de la policía) no parece haber sido utilizado para mucho más que para campañas de imagen, el recambio de veredas y el embellecimiento de parques y plazas.
La decisión del Gobierno nacional de crear el Fondo de Fortalecimiento Fiscal de la Provincia de Buenos Aires (PBA) solventará, entre otras cuestiones, el incremento salarial para el personal de seguridad, luego del fuerte deterioro durante la gestión de María Eugenia Vidal.
Al haber recuperado el 1,18% de coparticipación (del 8% que se le había quitado en los años 80), la provincia cuenta ahora con un mayor margen para atender prioridades ligadas a la emergencia sanitaria.
Según se estima, se trata de unos $ 10.000 millones para lo que resta del año y cerca de $ 50.000 millones en 2021. Pero conviene recordar que Buenos Aires tuvo que salir en la urgencia a reforzar el sistema de salud (terminar obras de hospitales, duplicar las camas de terapia, comprar respiradores e insumos de protección personal), lo que demandó $ 15.000 millones, mientras la asistencia extraordinaria a municipios fue de $ 17.000 millones.
La recuperación de recursos y el repunte post pandemia permitirán además dar un salto en términos de infraestructura (obras viales, hídricas, planes de vivienda), otorgar incentivos a la producción, sostener y generar empleo, como se estipulará en el proyecto de Presupuesto que se presentará a fines de octubre.
